jueves, 18 de septiembre de 2014

Valentina no, ¡valentía!

Muchas más parejas deberían decir abiertamente: no queremos tener hijos. Muchas más mujeres deberían decir también: yo no creo que sería una buena mamá, no me veo en ese papel (papel de vital importancia: siendo realista, no feminista). Los hombres que no quieren renunciar a sus egos y a sus hobbies, que ni saben lo que quieren en la vida, deberían tener la sensatez de buscar mujeres cuya característica más notoria sea la de no ser Susanitas...así, sin misterio. La motivación para formar una familia no puede ser la presión de grupos de amigos que empiezan a hacerlo como si se tratara de la adquisición de nuevos bienes o la fabricación un producto en serie. Tener un hijo no es comprar una camioneta para pegarle calcomanías de muñequitos que muestran familias felices. ¡Por Dios! conózcanse a ustedes mismos, demuestren valentía frente a la sociedad en la que viven y  sean consecuentes (habiendo tanto perro y gato callejero para adoptar...).

Nos evitarían tantos dolores ( y no de cabeza, ¡de corazón! ) a los profesores que vemos cómo  nuestros alumnos pasan solos en sus casas, se  sienten poco amados por sus padres y buscan el calor en los brazos de sus maestros. Tragedia de muchos niños de clase media alta en esta ciudad: 

hijos huérfanos de padres vivos...